Perspectivas - Julio
En resumen
En junio los mercados continuaron con un sesgo positivo. No obstante, el principal foco se ubicó en el escalamiento de las tensiones geopolíticas en Medio Oriente, las discusiones de política fiscal en Estados Unidos y sus avances en las negociaciones comerciales a nivel global.
El índice S&P 500 observó un incremento mensual de 5.0% en USD y dio cuenta de un avance de 5.5% en la primera mitad del año, bajo un contexto de cifras económicas relativamente resilientes, disminución de las expectativas inflacionarias de corto y largo plazo – aunque todavía con la incertidumbre en torno a los impactos potenciales de los aranceles sobre la inflación; continuidad de la pausa al ciclo de recortes de parte de la Fed y una disminución promedio de la curva de rendimientos de 10 puntos base.
Asimismo, en México se continuó materializando el proceso de desaceleración económica, aunque a una magnitud menor que la prevista. El Gobierno alcanzó un acuerdo que limitó la magnitud de los aranceles a las importaciones de aluminio y acordó también una reducción del impuesto a las remesas, del 5.0% al 3.5%. En tanto, siguió avanzando el proceso de consolidación fiscal, mientras que se realizó un proceso electoral del Poder Judicial por primera vez en la historia. Con ello, la Bolsa Mexicana creció 2.4% mensual en dólares y el peso se apreció 3.6% en el mes, en gran medida por la debilidad generalizada del dólar.
El Bono del Tesoro a 10 años se ubicó en 4.2% al cierre de junio, ubicándose 17 puntos base por debajo de su nivel al cierre de mayo. Las tasas locales observaron, en promedio, una disminución de 16 puntos base en la parte larga de la curva nominal de rendimientos.
Lo más relevante durante junio
En Mexico, el dólar siguió depreciándose de manera generalizada y el peso mexicano cotizó entre 18.74 y 19.45 pesos por dólar – manteniendo de manera consistente una tendencia de apreciación frente al dólar durante el periodo. Por su parte, la bolsa mexicana mantuvo un balance positivo en la medida en que se ha seguido percibiendo una posición relativa favorable de México ante la ejecución de la agenda política de Estados Unidos, que la desaceleración económica se está manifestando en una menor magnitud y ante el progreso en la consolidación fiscal. En tanto, las tasas de interés locales se vieron influenciadas por la incertidumbre en materia de política fiscal en Estados Unidos, así como por expectativas de política monetaria en nuestro país. La inflación general a la primera quincena de refleja una inflación general y subyacente anuales, a 4.51% y 4.20%, respectivamente.
En Estados Unidos, La incertidumbre en materia comercial continúa, en la medida en que se anuncian acuerdos comerciales con algunos países y en contraste con un incremento en las tensiones con otros. Por otro lado, el proceso de aprobación de la propuesta de paquete fiscal ha ido avanzando gradualmente y bajo un entorno complejo. Se prevé que la aprobación definitiva se alcance en la primera semana de julio, mientras que los mercados incorporan sus implicaciones en materia de finanzas públicas, fortaleza del mercado financiero, inflación y crecimiento económico. En lo que se refiere a indicadores de perspectiva y de actividad productiva, continuaron mejorando los “datos suaves”, particularmente sobresalió una disminución de las expectativas inflacionarias tanto de corto como de largo de plazo. En contraste, los “datos duros” de abril y mayo sorprendieron de manera negativa al consenso. En particular, se observó un debilitamiento mayor que el previsto en las actividades industriales y manufactureros, al tiempo que indicadores de gasto e ingreso de los hogares dieron cuenta de una desaceleración.
El Banco Central Europeo recortó por octava ocasión su tasa de referencia en 25pb, de 2.25% a 2.00%, al tiempo que también ajustó a la baja sus proyecciones de inflación.
La inflación al consumidor en la Eurozona retrocedió a 1.9% anual en mayo desde 2.2% en abril, sobresaliendo un descenso en la inflación de los servicios. En tanto, las ventas al menudeo aceleraron su ritmo de crecimiento anual a 2.3% en abril desde 1.5% en marzo.
El Banco de Canadá mantuvo sin cambios su tasa de política 2.75% pero dejó la puerta abierta a mayores recortes hacia adelante.
El Banco de Suecia redujo su tasa de política monetaria a 2.00% desde 2.25% anterior, reafirmando su postura monetaria “relativamente acomodaticia”.
El Banco de Japón mantuvo sin cambios su tasa de interés objetivo en 0.50%, destacando una “elevada incertidumbre” ante las recientes tensiones comerciales con Estados Unidos.
El Banco de Inglaterra mantuvo en 4.25% el objetivo de su tasa de referencia y destacó riesgos a la baja en el mercado laboral y al alza en la inflación.
En Reino Unido, la cifra definitiva del Producto Interno Bruto se mantuvo en 1.3% anual, sobresaliendo una desaceleración en el consumo a 0.9% desde 1.2% en el trimestre previo.
En China, la inflación al consumidor retrocedió de nueva cuenta en mayo, al ubicarse en -0.1% frente a -0.1% en el mes previo. Adicionalmente, el superávit comercial se amplió en mayo a 103.2 miles de millones de dólares desde 96.2 miles de millones de dólares en abril.
Implicaciones en inversión
En deuda local, seguimos anticipando un entorno de tasas más bajas y de un empinamiento de la curva de rendimientos, por lo que mantenemos nuestro posicionamiento de una sobreexposición en duración.
Adicionalmente, en acciones locales, si bien continuamos observando buenos resultados de las empresas y seguimos esperando un crecimiento de doble dígito en sus utilidades para 2025, así como valuaciones históricamente atractivas, nos mantenemos cautos ante los buenos retornos observados en el corto plazo, junto con la incertidumbre asociada con la política fiscal en Estados Unidos y que, si bien disminuyó la volatilidad derivada de las tensiones comerciales a nivel global, no podemos descartar algún repunte hacia adelante dado el dinamismo de los desarrollos que van transcurriendo en esa materia.
En las acciones globales, creemos que los episodios de incertidumbre y volatilidad tampoco pueden descartarse en la medida en que continúen evaluándose los avances en materia de tensiones geopolíticas, comerciales y además de las preocupaciones fiscales generalizadas a nivel mundial.
Finalmente, el proceso de debilitamiento generalizado del dólar ha llevado al tipo de cambio USD/MXN a operar sobre niveles de mayor fortaleza, aunque seguimos anticipando en el mediano plazo una depreciación adicional moderada para el peso mexicano.